Nosotros creemos que si.
Vemos personas cambiando el mundo, en formas grandes y pequeñas, todos los días.
Gente como María. A la gente le gusta Aleesha. A la gente le gusta Lelebo. Gente como Estuardo. A la gente le gusta Johan.
Gente como ústed.
Cuando miles de personas se unen, la acción climática se convierte en una fuerza a tener en cuenta. El poder de una persona, multiplicado, protege la selva tropical y refresca el planeta. Lo que estás haciendo está funcionando.
Gracias a ustedes, nuestros seguidores, tenemos:
La gente tiene el poder.
Las acciones individuales socavan el mayor problema que enfrenta la humanidad: la crisis climática.
Como individuos, la crisis climática puede ser intimidante y hacernos sentir apáticos. Cuando este sentimiento ataca, el mejor antídoto es el optimismo.
Ya sea que esté inspirado por jefes de cultivo de cacao como María, científicos como Johan o corredores de maratón como Stuart, búsquelo, compártalo, actúe.
Difundir un optimismo climático radical impulsa la acción.