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Elmo: Pesca que cuida a las personas y al río

“Quería aprender sobre piscigranja para mejorar la calidad de vida de mi comunidad y ayudar a los participantes del proyecto”

Urakuza es una comunidad indígena ubicada a más de 5 horas en auto desde Bagua (Amazonas), donde viven más de 1040 personas a orillas del río Marañón. Sin embargo, los miembros de esta comunidad enfrentan duras condiciones de vida por la falta de ingresos, lo que trae serios problemas para las familias como desnutrición y anemia, así como la sobreexplotación de los recursos de la selva tropical como la madera, la pesca y el suelo. Todos estos factores amenazan la sostenibilidad de vivir en armonía con la Amazonía, pero esta situación está cambiando.

“Antes de que entraran los proyectos de Cool Earth, no había muchos ingresos. Al no tener crianza de peces, no había de dónde comer y lo que sacábamos del río era escaso, también era peligroso”, dice Elmo.

Elmo es hoy promotor del proyecto de piscicultura, pero comenzó como participante hace más de tres años. Gracias a este proyecto, más de 96 pobladores de comunidades Awajún vienen desarrollando conocimientos para poder contar con peces nativos amazónicos, como el paco, la gamitana y el boquichico, como un recurso para mejorar sus vidas.

Elmo con los participantes del proyecto de piscicultura

“Se nos viene acompañando ya más de tres años, la comunidad ha entendido de qué se trataba y porqué era importante. (…) Hemos tomado importancia de lo que nos enseñan: cómo criar, alimentar, y construir los diques. Desconocíamos ese trabajo. Siempre nos dedicábamos al río, a ir a pescar, porque no sabíamos cómo hacer nuestro estanque y tener nuestros peces. Así poco a poco hemos ido avanzando. En mi comunidad han entrado a hacer piscigranja cada vez más personas porque además de la alimentación nos da para tener dinero para las necesidades del hogar”, comenta muy orgulloso Elmo.

Igualmente, esta nueva forma de conseguir recursos está contribuyendo a la recuperación de los ecosistemas en los cuerpos de agua (ríos, lagunas y afluentes) y a frenar la pesca indiscriminada. Elmo nos explica que frente a la gran necesidad que había por alimento, los pobladores arrojaban veneno hecho a partir de plantas, conocido como barbasco, para tratar de sacar algunos pocos peces. Esta desesperada medida terminó agravando la situación, pues mataba a gran parte de los seres vivos en las quebradas y la recuperación de las especies nativas era muy lenta. Hoy gracias a la piscicultura, se están combatiendo estas prácticas, pero aún con grandes retos por delante.

“Como promotor, temprano vengo a dar de comer a mis peces y luego voy a visitar a los otros participantes del proyecto. A veces los participantes tienen hecho su estanque y necesitan limpiarlo, allí los ayudo, explicando cómo pueden alimentar sus peces. Pero nos falta alimento, hay dificultad para poder conseguirlo, está un poco costoso y hay participantes que no pueden adquirirlo (…) Sueño con que todos puedan cubrir sus necesidades con más pescados y piscigranjas para que puedan vivir bien.”

Gracias al trabajo de Elmo, los miembros de su comunidad pueden continuar adquiriendo el conocimiento y las habilidades necesarias para garantizar la seguridad alimentaria y mejorar los métodos sostenibles de cultivo que no dañan el ecosistema local. “Quería aprender sobre piscicultura para mejorar la calidad de vida y ayudar a los participantes. Quería aprender y luego también poder enseñar a otros. (..) Es importante conservar el medio ambiente porque de él vivimos y, cuando se pierde, ya no podemos reparar tan fácilmente la naturaleza, no podemos vivir, dejaríamos de existir.”

Datos

Este año, Cool Earth en Perú estará enfocado en fortalecer las capacidades de la comunidad para que puedan preparar su propio alimento empleando harina de cáscara de cacao con complementos como harina de pescado y torta de soya. Pronto se implementarán máquinas para la preparación de harinas con insumos locales como yuca, plátano y pituca.

También apoyaremos la creación y formalización de una asociación de piscicultores para que cada participante y familia pueda administrar sus ingresos, organizar la preparación de alimentos y acceder a apoyo estatal.

¡Ayúdanos a hacer esto posible para Elmo y toda su comunidad! Dona aquí.