¿Podría el conocimiento indígena salvar la Amazonia?
En los últimos 20 años, la selva amazónica ha perdido casi 54 millones de hectáreas de selva tropical debido a la deforestación. Esto es causado por la tala ilegal, la minería, los monocultivos y los incendios forestales.
La deforestación no sólo acelera la crisis climática sino que también amenaza con poner en peligro los medios de vida de más de 500 comunidades indígenas que residen en la cuenca del Amazonas. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Herramientas para la Resistencia y la Resiliencia
Las comunidades locales y los pueblos indígenas están constantemente amenazados por actividades ilegales que involucran el tráfico de drogas, la minería y la deforestación. Al 2022, solo en Perú, más de 150 comunidades han sido afectadas por delitos ambientales derivados de actividades ilícitas.
Actualmente, un proyecto desarrollado por la Fundación Cadasta y Cool Earth está brindando a las comunidades indígenas acceso a información satelital y datos sobre sus propios territorios. ¿Por qué es esto beneficioso? Permite a las comunidades realizar informes detallados sobre eventos que puedan vulnerar sus derechos individuales y colectivos, como la deforestación ilegal. Estos informes se tomarán más en serio y recibirán más atención debido a la inclusión de estos datos en tiempo real, lo que con suerte conducirá a soluciones más rápidas.
Además de utilizar tecnología para acceder a los datos, el proyecto Laboratorio Forestal también genera espacios de capacitación e intercambio de conocimientos con las y los comuneros.
“Las comunidades indígenas tienen un vínculo muy estrecho con el bosque y sus recursos. Están ancestralmente conectados. Saben navegar a través de él, entienden las temporadas de cosecha y caza y poseen amplios conocimientos sobre manejo forestal. Todo esto viene ocurriendo desde la antigüedad”, dice Luis Goicochea, consultor técnico del proyecto Laboratorio Forestal para la comunidad Awajún.
Más de 11 Mil Hectáreas Protegidas
Gracias a los dos equipos de "monitores forestales" creados en 2022, más de 11 mil hectáreas de bosque tropical están siendo gestionadas a través de imágenes satelitales en los laboratorios forestales.
Este proyecto también ha permitido capacitar a 13 comuneros de ambas comunidades donde se ubican los equipos como “monitores forestales“. Esta capacitación incluye el uso de tabletas, computadoras, dispositivos GPS y aplicaciones de Internet para recopilar, analizar y enviar alertas sobre el estado de los bosques en los que residen estas comunidades.
Laboratorio Forestal
Luis explica que inicialmente, debido a la lejanía de las comunidades, los miembros tenían poco conocimiento o familiaridad con teléfonos celulares o computadoras. “Entonces, teníamos mucho trabajo por hacer. Los monitores acogieron con entusiasmo la oportunidad de aprender y poco a poco se han ido familiarizando con estas herramientas”.
La información se registra a través de fotos, audio o videos y se envía a un mapa web, donde se pueden ver alertas en tiempo real. Esto permite a este equipo y a las comunidades tomar decisiones y coordinar con las autoridades locales para abordar estos casos. A la fecha se han realizado más de 90 monitoreos del bosque, resultando en 5 alertas de pérdida forestal grave y la documentación de más de 200 especies amenazadas que habitan las áreas de conservación de las comunidades.
“A través de la comprensión de las áreas de conservación, se pueden lograr muchas cosas: la recuperación de especies, la conexión con actividades económicas locales, la siembra de cultivos forestales: el potencial es increíble”.
Respaldar los derechos de las comunidades nativas y los Pueblos Indígenas, así como brindarles herramientas para liderar la protección de sus territorios ancestrales, es una forma increible en la que podemos ayudar a combatir la crisis climática. ¿Quieres saber más sobre este proyecto? Haz clic aquí