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Marin y Felix, pioneros Inga

Las selvas tropicales realmente no tienen suelo.

Tienen montones de compost.

 

Esto se debe a que todos los organismos funcionan a una tasa metabólica tal que si una planta no está creciendo, los hongos la descomponen para alimentar a otra planta. Si cavas un hoyo en el bosque, pasarás abono rico y golpearás un subsuelo amarillo denso a un par de pies. Este rápido ciclo de nutrientes funciona perfectamente cuando la pila de abono está siendo alimentada continuamente por un bosque. Quite el bosque y pronto se quedará con una arcilla endurecida.

Es por eso que la agricultura de tala y quema es un contribuyente tan importante a la degradación forestal permanente. Y este tipo de agricultura, a menudo a pequeña escala, localizada y no regulada, está teniendo un impacto cada vez mayor en las emisiones globales.

La comunidad Awajún tiene un arma secreta para detener esta destrucción: una planta nativa milagrosa llamada inga. Fija nitrógeno, restaura fósforo, proporciona sombra a los cultivos y produce leña. Realmente es la navaja suiza de los árboles y no es de extrañar que ahora sea un foco importante para Marin Orrego y Felix Iván Mejía Pérez de Awajún. La Fundación Inga, dirigida por un hombre notable llamado Mike Hands, es la fuente de todo el conocimiento sobre esta increíble planta. Luego de un exitoso viaje a la Fundación Inga Honduras en 2016 para descubrir los beneficios de inga, Marin y Felix regresaron en una pasantía.

Aprendieron sobre fertilizantes, cómo construir marcos en A para trabajar en pendientes y cómo usar ramas podadas para hacer carbón. Marín y Félix volvieron al Awajún como expertos en todo lo inga, dispuestos a marcar la diferencia. También tenían un plan. En Honduras, conocieron algunos de los cultivos que se pueden cultivar a la sombra de las plantas de inga: maíz, cocoyam, yuca, frutas, frijoles, tomates, chiles, cúrcuma y pimienta negra.

Marin y Felix estaban realmente entusiasmados con la pimienta. La pimienta negra tarda entre dos y tres años en producir frutos, pero vale la pena esperar. Es una planta altamente rentable, conocida como la 'planta del oro', y tiene una gran demanda a nivel nacional e internacional. Una vez que el pimiento comienza a dar frutos, la planta puede continuar haciéndolo durante 25-30 años. Inga in the Awajún es uno de los proyectos más emocionantes de Cool Earth y tiene el potencial de ser replicado en asociaciones en todo Perú.

Esta planta milagrosa podría ser la clave para florecer los huertos alimentarios, reducir la tala de bosques y generar medios de vida basados ​​en la pimienta.

“LES DIGO, ALGÚN DÍA SERÁS VIEJO Y NO PUEDES TRABAJAR, PERO EL INGA AÚN TE AYUDARÁ A PRODUCIR (CRECER), ES BUENO PARA TU PRESENTE Y PARA TU FUTURO”.

– Marín Orrego