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Los guardianes de cocodrilos vigilan su patrulla fluvial diaria.

Tres razones por las que la crisis climática es una crisis de inequidad

La crisis climática no solo afecta al medio ambiente, también tiene profundas consecuencias para los derechos humanos.

A medida que se intensifican los impactos de la crisis climática, las desigualdades existentes en el acceso a los derechos humanos básicos para las personas en todo el mundo se vuelven cada vez más evidentes. Entre las comunidades más afectadas por esta crisis se encuentran los pueblos indígenas, que enfrentan desafíos únicos y desproporcionados.

Aquí hay tres razones para entender por qué la crisis climática es una crisis de inequidad relacionada con el acceso y ejercicio de los derechos humanos, especialmente en las comunidades indígenas.

1.La crisis climática es una amenaza para los derechos humanos

La crisis climática es una violación de los derechos humanos de los más afectados. Toda persona tiene derecho a la salud, a la alimentación, al agua y a un medio ambiente sano. La crisis climática amenaza todos estos derechos humanos en lugares donde las personas ya son más vulnerables.

En América Latina y el Caribe hay cerca de 55 millones de hombres y mujeres indígenas, que constituyen el 8.5% de la población. Históricamente, han carecido de acceso a los servicios básicos, y esta vulnerabilidad solo ha empeorado con la pandemia de COVID-19.[ 1 ]Más de 800 pueblos indígenas de América Latina viven en una mayor precariedad tras la pandemia | Noticias ONU. El 52% de los indígenas han migrado a los centros urbanos ya sea en busca de mejores oportunidades o de mejores ingresos, porque han sido despojados de sus tierras ya sea por el cambio climático, el deterioro ecológico, los conflictos o la violencia.

Martial Angoue, el contador de AMVEN, documentando el peso, el tamaño y el tipo de pescado capturado diariamente. © Roshni Lodhia

2. La crisis climática está empeorando las desigualdades existentes

Especialmente las desigualdades basadas en raza, género, clase o discapacidad. Estas desigualdades dificultan que las personas enfrenten los impactos de la crisis.

Las comunidades indígenas a menudo dependen directamente de la tierra y los recursos naturales para su subsistencia física, cultural y espiritual. Sin embargo, el clima extremo ha llevado a la pérdida acelerada de suelos y recursos debido a la deforestación, la erosión y la desertificación. Esto priva a los pueblos indígenas del acceso a alimentos, agua, medicinas tradicionales y materiales de construcción, lo que socava sus medios de vida y su capacidad para mantener su cultura y tradiciones.

3. El cambio climático es una amenaza para los derechos culturales y espirituales

La crisis climática también plantea un desafío a los derechos culturales y espirituales de las comunidades indígenas. Muchas de estas comunidades tienen una cosmovisión interconectada con la naturaleza, donde la tierra, los ríos, los bosques y los animales son considerados sagrados y fundamentales para su identidad cultural. Sin embargo, el cambio climático y los impactos asociados, como la deforestación y la contaminación, amenazan los sitios sagrados, las prácticas ceremoniales y los conocimientos tradicionales que se transmiten de generación en generación.

En los últimos 50 años, las poblaciones globales de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios se han reducido en un 68 %[ 2 ]WWF: Fuerte caída de la biodiversidad en América Latina. Esto resulta en la pérdida de una parte integral de la identidad y el bienestar de las comunidades indígenas.

Niña de una comunidad Ashaninka acuna a un primate huérfano al que su familia ha estado cuidando.

Las comunidades Ashaninka están fuertemente ligadas a la naturaleza. No es raro que las familias adopten y cuiden animales huérfanos que encuentran en el bosque.

La crisis climática es una crisis de desigualdad y una crisis de derechos humanos. Es una violación de los derechos de los más afectados, exacerbando las desigualdades existentes, y es una amenaza para las generaciones presentes y futuras.

Debemos tomar medidas para abordar la crisis climática y proteger los derechos humanos de todas las personas al involucrar activamente a las comunidades indígenas en los procesos de toma de decisiones relacionados con el cambio climático. Sus voces deben ser escuchadas y consideradas.