Resumen de la COP29
Principales conclusiones de la Conferencia sobre el Clima de la ONU de este año en Azerbaiyán
La COP29, la última conferencia mundial sobre el clima celebrada en Bakú, abordó algunos temas importantes, pero dejó a mucha gente frustrada, especialmente a los países que ya se han visto más afectados por el cambio climático.
El debate sobre la financiación climática
En la COP29, los países más ricos prometieron aumentar su ayuda financiera a las naciones en desarrollo para luchar contra el cambio climático. Acordaron un nuevo objetivo de 1 billón de dólares al año a partir de 2025. Parece mucho, ¿verdad?
Pero hay un problema: no dijeron cuánto donarían cada año entre ahora y 2035. En cambio, apuntan a llegar a 300 mil millones de dólares anuales para 2035. Esto significa que podrían seguir donando las mismas pequeñas cantidades durante la próxima década, lo que no será suficiente para los países que enfrentan inundaciones, sequías y otros desastres climáticos.
“Vemos aquí que hay millones, si no miles de millones, que se destinan a luchar contra la crisis climática. Pero, como pueblos indígenas, nos seguimos preguntando a dónde va ese dinero. Somos los más afectados por los impactos, nuestros derechos humanos no se están respetando”. – Ketty Marcelo, ONAMIAP.
Los países en desarrollo se opusieron, diciendo que este enfoque es injusto. Ya están luchando por los enormes costos del daño climático, a pesar de que son los que menos han contribuido a provocarlo. Necesitan ayuda clara e inmediata, no promesas vagas para más adelante.
¿Qué es el artículo 6?
El artículo 6 del Acuerdo de París fue uno de los temas más debatidos en la COP29. Se centra en la creación de sistemas de comercio de carbono que permitan a los países o empresas pagar a otros para que reduzcan las emisiones en su nombre.
A primera vista, esto podría parecer una herramienta útil, pero la realidad es profundamente errónea. Los mercados de carbono mercantilizan la naturaleza, reduciendo los ecosistemas y los bosques a activos financieros, en lugar de respetar su valor intrínseco y a las comunidades que dependen de ellos. Estos mercados a menudo conducen a apropiaciones de tierras y al desplazamiento de comunidades indígenas sin su consentimiento.
Incluso cuando se mencionan los derechos indígenas en las normas del Artículo 6, muchos otros grupos vulnerables quedan desprotegidos y sus tierras corren el riesgo de ser explotadas para proyectos de carbono.
Peor aún, el comercio de carbono permite que los países y las corporaciones más ricas se libren de responsabilidades al evitar recortes reales de emisiones. En lugar de reducir su contaminación, pueden simplemente pagar para mantener el status quo.
El camino de la Tierra Fresca
En Cool Earth, creemos que hay una mejor manera de apoyar a las comunidades que están en la primera línea de la crisis climática. En lugar de obligar a los pueblos indígenas a navegar por sistemas complicados para obtener financiación, ofrecemos ayuda directa y dinero en efectivo sin condicionesEstas son las personas que protegen activamente las selvas tropicales y luchan contra el cambio climático todos los días, y merecen un apoyo simple y justo.
Este enfoque contrasta marcadamente con los sistemas inequitativos que se discutieron en la COP29. Mientras que una gran parte de la financiación mundial se ve obstaculizada por trámites burocráticos o se convierte en préstamos que generan más problemas para los países en desarrollo, el modelo de Cool Earth garantiza que las comunidades que se encuentran en primera línea tengan los recursos que necesitan para proteger sus bosques y sus medios de vida.
Se trata de un enfoque basado en la justicia que reconoce el inmenso daño causado por las naciones desarrolladas y la industria de los combustibles fósiles, y que promueve una auténtica rendición de cuentas mediante reparaciones, no instrumentos que generen deuda. Si los grandes fondos climáticos adoptaran este modelo, el impacto podría ser transformador y hacer justicia donde más se necesita.
Hacer responsables a los grandes jugadores
Se supone que el Fondo para Pérdidas y Daños, que se acordó en la COP29, ayudará a los países a hacer frente a la destrucción causada por el cambio climático. Pero existe el riesgo de que se convierta en otro programa de préstamos más. Eso significaría que los países más pobres terminarían pagando intereses por dinero para solucionar problemas que no causaron.
El hecho es que los países desarrollados y la industria de los combustibles fósiles han provocado esta crisis. Sabían lo que la quema de combustibles fósiles le haría al planeta y siguieron haciéndolo. Ahora deben dar un paso adelante, asumir su responsabilidad y pagar por el daño que han causado.
¿Por qué este Matters
El cambio climático no es sólo un problema medioambiental, sino también humano. Se trata de equidad, justicia y supervivencia. La COP29 logró algunos avances, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
A medida que nos acercamos a la COP30 en Brasil, es fundamental que exijamos acciones reales: soluciones que respeten a las personas, protejan el planeta y cumplan las promesas hechas. El momento de actuar es ahora.