Cómo trabajamos
La deforestación es compleja, nuestras soluciones son simples.
Damos dinero y datos a quienes viven en la selva. Así de simple.
Cuando el dinero y los datos se combinan con el conocimiento tradicional, surgen soluciones radicales, ya sean empresas indígenas, instalaciones solares o satélites en el espacio: todo ello protege la selva tropical.
Cuando los pueblos indígenas y las comunidades locales tienen un historial de protección de la selva tropical que abarca miles de años, sería una locura no respaldarlos.
Qué hacemos
Protegemos la selva tropical de tres maneras clave.
Transferencias de efectivo incondicionales
El acto de dar dinero en efectivo sin condiciones es la forma más simple, efectiva y radical de generar un cambio.
Proyectos liderados localmente
Esto es lo que fondos en efectivo, ya sean colmenas, equipos de secado de cacao o pollos.
Monitoreo forestal
La combinación de conocimientos tradicionales, seguimiento de la biodiversidad y grandes datos satelitales impulsa la acción climática directa.
El poder de escuchar
Todo suena bastante sencillo, ¿verdad? En realidad, no existe una fórmula mágica para proteger la selva tropical, pero si hay algo que hacemos bien, es escuchar.
Escuchamos a las personas que viven en la selva tropical y trabajamos con líderes indígenas y ONG del país para hacer llegar su dinero a las personas mejor posicionadas para gastarlo.
Juntos, nuestro impacto es poderoso. Aquí está la evidencia.
Diferentes bosques, diferentes luchas.
No existe un enfoque único para todos. La Amazonía peruana no se parece a la selva tropical del Congo, y esta no se parece en nada a las selvas tropicales de Papúa Nueva Guinea.
Las amenazas también varían. Un minuto son los colonialistas, luego la minería y la tala, los incendios forestales y más. Implacables, ¿verdad?