En un movimiento pionero, Cool Earth, Con el apoyo de AidKit, y financiado por Liberty Specialty Markets y People's Postcode Lottery, lanzó el El primer piloto de renta básica del mundo. para las personas que viven en el Amazonas.
Esta innovadora iniciativa fue cocreada por la Organización Nacional de Mujeres Indígenas de los Andes y la Amazonía del Perú (ONAMIAP) y la Organización de Mujeres Indígenas del Pueblo Asháninka de la Selva Central (OMIAASEC).
El objetivo es proporcionar ingresos a las personas de tres comunidades de la selva tropical durante dos años, empoderándolas para sostener sus medios de vida y conservar sus territorios ancestrales. Al hacerlo, están ayudando a proteger la selva tropical y, al mantenerla intacta, están ayudando a abordar la crisis climática.
La selva amazónica no sólo es una rica reserva de biodiversidad, sino también el hogar de comunidades cuyo modo de vida y supervivencia están entrelazados con la salud del bosque. A pesar de su papel crucial en la salvaguardia de estos ecosistemas, las personas que viven en las selvas tropicales a menudo enfrentan los impactos del cambio climático, junto con las amenazas de los madereros, mineros y agricultores a gran escala que buscan explotar sus tierras. Este piloto surgió de una necesidad vital de apoyar a estas comunidades de una manera que respete su cultura y sus necesidades.
Selva Amazónica en el Parque Nacional de Anavilhanas, Amazonas – Brasil
El desafío
Cool Earth quería encontrar soluciones que satisficieran las necesidades urgentes de quienes viven en el Amazonas y qué apoyo necesitaban para seguir viviendo en la selva tropical. Las comunidades de la selva tropical a las que se acercaron les dijeron abrumadoramente que necesitaban acceso a ingresos, alimentos, agua potable, atención médica y educación. Además, las oportunidades de invertir su dinero en proyectos agrícolas de pequeña escala para que puedan vender sus productos y generar ingresos sostenibles.
Kely Quicha es miembro de una organización de Mujeres Indígenas de la Región Andina y Amazónica de la Selva Central (OMIAASEC). Su comunidad es una de las miles que están amenazadas por la pérdida de sus territorios indígenas en la selva amazónica.
Kely dice que, “Para fortalecer la autonomía de las comunidades es importante trabajar con ellas y con las organizaciones de base que las apoyan. Fortaleciendo nuestros pueblos podremos enfrentar a los invasores que vienen a querer quitarnos nuestros espacios”.
Desde un punto de vista tecnológico, un desafío interesante al que se enfrentó AidKit fue descubrir cómo saber con certeza cuándo un dispositivo está "completamente sincronizado", es decir, ha subido todo lo que se grabó originalmente sin conexión.
Para hacer esto, AidKit hizo que cada dispositivo proporcionara esa información de forma activa, hasta el momento en que se desconectaran. Luego, una vez de nuevo en línea, los dispositivos transmiten esta información nuevamente, lo que les permite conciliar lo que ha cambiado y, por lo tanto, lo que está a punto de cargarse.
Kely continúa diciendo que “En muchas comunidades no hay acceso a internet, pero con la plataforma podemos registrar la información y subirla después. Esto es importante para el procesamiento de datos. Además, nos permite complementar la información con fotografías y notas, todo en un solo lugar, para dar a conocer la realidad de nuestras comunidades”.
Los equipos de ONAMIAP, OMIASEC y Cool Earth preparan el proceso de afiliación a la renta básica para las comunidades Asháninka y Yanesha en Perú.
Solución
Kely ayudó a implementar el programa: “Estamos muy agradecidos al piloto por la oportunidad que nos ha brindado”.
La asociación entre AidKit y Cool Earth significó que los participantes pudieran administrar sus propios datos y procesar de forma segura sus propias transacciones financieras. Las tabletas y el software personalizado creado en asociación con la comunidad permitieron transferencias de efectivo rápidas y eficientes a todos los que las necesitaban, y eran lo suficientemente simples como para que la comunidad pudiera administrarlas por sí misma.
“Este es el primer piloto en el que hemos podido intervenir con tecnología y eso es importante”. dice Kely. “Las personas que viven en la selva tropical generalmente no pueden acceder a estos materiales debido a los costos y la capacidad de adquisición, pero el trabajo colaborativo nos ha permitido apoyar, aprender y enseñar”.
Resultados e impacto
Desde su lanzamiento, esta iniciativa ha empoderado directamente a cada miembro adulto de las comunidades participantes, otorgándoles libertad financiera para mantener a sus familias, enviar a sus hijos a la escuela y cuidar a los ancianos, sin comprometer su gestión ambiental. Este modelo de justicia social ha demostrado ser una triple victoria: para la biodiversidad, el clima y los derechos humanos de los pueblos indígenas.
“Ha sido importante el intercambio de aprendizajes e información, así como la participación de jóvenes y mayores. Queremos seguir promoviendo y brindando un mayor acceso a la tecnología y los recursos. Todos tenemos derecho a aprender y en la práctica eso marca una gran diferencia”.
Esta colaboración ha iluminado el potencial de combinar la tecnología con enfoques empáticos y centrados en la comunidad para la distribución de ayuda. La conclusión más importante es la clara demostración de cómo empoderar a las personas directamente puede allanar el camino para una gestión ambiental sostenible y la justicia social.
Animados por el éxito de este piloto, AidKit y Cool Earth están explorando oportunidades para expandir este proyecto a más comunidades en todo el Amazonas. Siguen comprometidos con el objetivo a largo plazo de aprovechar la asistencia financiera directa como herramienta para la conservación del medio ambiente y el empoderamiento social.
Una comunidad respaldada por ingresos significa que son resilientes y no tienen que aceptar las ofertas hechas por madereros, mineros o cualquiera que quiera que abandonen sus tierras ancestrales. La comunidad tiene el poder de resistir.
“Estoy orgulloso de mis raíces y del conocimiento de mi gente”. dice Quicha.
Cool Earth y AidKit quieren que más personas que viven en la selva puedan obtener ingresos. Todos tienen derecho a satisfacer necesidades urgentes y eso supone una gran diferencia para los medios de vida y el futuro de la selva tropical.
Una vista aérea de la comunidad Awajún de Urakuza en la niebla de la mañana.
Historia de la asociación
La asociación de Cool Earth con AidKit nació de un compromiso compartido con soluciones innovadoras y compasivas a problemas humanitarios. Reconociendo la experiencia de AidKit en facilitar transferencias directas de efectivo seguras y eficientes, especialmente en contextos desafiantes sin infraestructura bancaria tradicional o conectividad a Internet, su colaboración fue fundamental para el éxito del proyecto.
AidKit introdujo nuevas funcionalidades técnicas para garantizar soluciones de pago seguras fuera de línea. Esta innovación fue fundamental para llegar a comunidades remotas, recopilar información confidencial a través de dispositivos móviles en modos fuera de línea y procesar transacciones de forma segura, permitiendo así transferencias de efectivo incondicionales directamente a personas necesitadas.
AidKit primero convirtió su sitio web en una "aplicación web progresiva", lo que garantiza que se pueda cargar sin conexión. Luego, utilizaron la función bastante nueva del navegador "Origin Private File System" (OPFS) para gestionar el almacenamiento de los datos de los solicitantes de forma segura.
Además, para la información confidencial, utilizaron una capa de cifrado adicional que no se podía revertir en el dispositivo. Esta es una forma de cifrado asimétrico conocida como criptografía de clave pública. Es la misma tecnología que se utiliza para ayudar a que HTTPS sea seguro.
AidKit orquestó las operaciones en torno a los pagos a las personas que viven en las selvas tropicales. Inscribieron a miembros elegibles de la comunidad, incluida la recopilación de información bancaria. También proporcionaron una forma de indicar cuándo se recibieron los pagos. Esto sucedió fuera del sistema de AidKit, por lo que fue manejado por el equipo de Cool Earth basándose en sus comunicaciones con las comunidades indígenas.
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a todos los socios, partidarios y participantes por su inquebrantable dedicación y creencia en el poder de la solidaridad y la innovación para crear un mundo más justo y sostenible.